420 Collective Madrid

Cannabis y Capitalismo Verde: ¿La Industria se Está Tragando a la Planta?

La Legalización: de la Lucha Antiprohibicionista al Mercado Multimillonario


El movimiento por la legalización del cannabis surgió, históricamente, como parte de una lucha por la justicia social, la reducción de daños, el acceso a la salud y la libertad individual. Sin embargo, con la creciente legalización de la planta en varios países y estados —especialmente en América del Norte y partes de Europa—, este movimiento empezó a compartir espacio con una nueva fuerza dominante: el mercado.
Hoy en día, la industria del cannabis mueve miles de millones de dólares anualmente, con empresas cotizando en bolsa, inversores disputándose cuotas del mercado y marcas compitiendo por clientes como cualquier otro producto de consumo. Lo que antes era resistencia, ahora es startup. Lo que antes era símbolo de contracultura, ahora es mercancía con etiqueta minimalista y campaña en Instagram.

Capitalismo Verde: ¿Sostenibilidad u Oportunismo?
La entrada del cannabis en el sistema de mercado se da bajo el paraguas del llamado “capitalismo verde”, un modelo que promete unir sostenibilidad y lucro. En teoría, se trata de un avance: productos orgánicos, responsabilidad ambiental, envases reciclables. Pero en la práctica, muchos críticos señalan que esto puede ser solo una nueva cara del viejo sistema de explotación.
Las empresas del sector cannábico invierten fuertemente en marketing verde, pero muchas veces reproducen los mismos patrones de exclusión, concentración de riqueza y vaciamiento cultural que marcaron a otras industrias. La retórica de la sostenibilidad sirve como barniz para un modelo de negocio que sigue priorizando el crecimiento exponencial y las ganancias de unos pocos.

¿Quién Está Ganando con el Cannabis Legal?
Una de las grandes paradojas de la industria del cannabis legal es el perfil de quienes están ganando dinero con ella —y quienes siguen siendo criminalizados. En Estados Unidos, por ejemplo, la gran mayoría de las empresas del sector están lideradas por hombres blancos, a pesar de que décadas de guerra contra las drogas han afectado de forma desproporcionada a comunidades negras y latinas.
Mientras jóvenes de estas comunidades aún enfrentan penas por posesión de pequeñas cantidades, inversores de Wall Street celebran ganancias récord con el mismo producto. Esto revela una dura verdad: la legalización, cuando está guiada exclusivamente por intereses económicos, no repara injusticias históricas —solo redistribuye el privilegio.

Comercialización de la Planta: el Riesgo de la Homogeneización
Otro impacto del capitalismo sobre el cannabis es la estandarización de la planta. La industria busca variedad, eficiencia y consistencia. Esto significa que ciertas cepas —generalmente las más potentes o rentables— son priorizadas, en detrimento de una biodiversidad cannábica riquísima, con múltiples usos medicinales y culturales.
El cultivo a gran escala, muchas veces en monocultivo, amenaza las prácticas agrícolas regenerativas e ignora el conocimiento tradicional de agricultores y comunidades indígenas. El cannabis, bajo este modelo, deja de ser una planta medicinal y sagrada para convertirse en un producto genérico con fines comerciales, como cualquier otro.

¿Es Posible una Industria Cannábica Ética e Inclusiva?
A pesar de las críticas, existen caminos posibles para construir una industria cannábica más justa, inclusiva y sostenible. Algunas iniciativas ya están demostrando que es viable crear un modelo basado en la economía solidaria, el cooperativismo, la inclusión social y la agricultura regenerativa.
Esto pasa por políticas públicas que garanticen:

  • Acceso a licencias para pequeños productores;
  • Amnistía y reintegración de personas presas por delitos relacionados con el cannabis;
  • Inversión directa en comunidades más afectadas por la guerra contra las drogas;
  • Protección de los saberes tradicionales y de la biodiversidad genética de la planta;
  • Fomento a la investigación independiente y acceso universal al uso medicinal.

Sin este compromiso ético, lo que veremos será la completa captura de la planta por la lógica del mercado —una transformación del cannabis en solo otro activo financiero.

Conclusión: La Planta No Puede Perder Su Alma
La legalización del cannabis es, sin duda, un avance necesario. Pero su incorporación al capitalismo sin crítica ni resistencia pone en riesgo justamente aquello que el cannabis representa: cuidado, libertad, diversidad y ancestralidad.
La pregunta no es solo si la industria se está tragando a la planta —sino si aún es posible rescatar su espíritu antes de que sea completamente digerida por el capital. La respuesta dependerá de las decisiones que tomemos ahora: entre la ganancia y la justicia, entre el marketing y la memoria, entre la planta y el producto.

Join The Club

Main

Step 1 of 4

DD slash MM slash YYYY
en_USEnglish